Ben Bernanke: el helicóptero de rescate en la crisis financiera

Ben Bernanke - el helicóptero de rescate en la crisis financiera

Cuando Ben Shalom Bernanke comenzó en 2008 a inyectar dinero en la economía estadounidense desde la Reserva Federal, terminó por ganarse el apodo de Helicóptero Ben. El nombre se debe a la creación monetaria sin precedentes emprendida por la Fed, representada como un lanzamiento de billetes desde el cielo a bordo de un helicóptero.

Ben Bernanke sustituyó a Alan Greenspan como Presidente de la Fed en febrero de 2006 y cedería su puesto a Janet Yellen ocho años más tarde, en febrero de 2014.

Tras su actuación durante la crisis financiera de 2008, Ben Bernanke terminó siendo conocido como Helicóptero Ben

Con Helicóptero Ben al frente, la Reserva Federal inició su programa de compra de activos financieros conocido como Quantitative Easing, con el objetivo de levantar una economía que rozaba la depresión tras la bancarrota de Lehman Brothers, el cuarto mayor banco de inversión de Estados Unidos, el 15 de septiembre de 2008.

En un debate organizado en 2018 por la Brookings Institution, Bernanke contaba que cuando asumió la presidencia de la Fed en 2006 pidió el manual interno para actuar frente a una crisis. Y se topó con un documento de cuatro páginas.

Sólo dos años más tarde, el colapso de la burbuja inmobiliaria produjo, como un efecto dominó, la caída de los índices bursátiles, una crisis de liquidez, una contracción económica, la crisis del euro, la pérdida de viviendas para muchos norteamericanos y una recesión global como no se había visto desde hacía décadas.

Partidarios y detractores de Helicóptero Ben

Ben Bernanke es considerado por muchos como uno de los héroes de la crisis financiera: la Reserva Federal terminó por movilizar 12.6 billones de dólares para estabilizar la economía estadounidense mediante la compra de activos financieros y la reducción de las tasas de interés al 0%.

Respecto a su papel durante la crisis, Neil Irwin, escritor y periodista del mundo financiero, declaró para la BBC: «Fue una afortunada coincidencia del momento y la persona adecuada para enfrentarlo. Teníamos al frente de la Fed a alguien que conocía los peligros de un banquero central que no actúa de forma decisiva. Fue una coincidencia histórica».

En su momento, Bernanke recibió ataques constantes por sus decisiones como presidente de la Fed. Sus detractores, en gran parte del partido Republicano, del que Bernanke era afín, no conocían de lealtades políticas. El conflicto resultó en un Bernanke rompiendo filas con los republicanos y declarándose independiente hasta el día de hoy.

Bernanke llegó a decir al Congreso: «Hay muchas evidencias de que un Banco Central independiente, que toma las decisiones basándose estrictamente en consideraciones económicas y no en la presión política, conseguirá una menor inflación y mejores resultados económicos a largo plazo”.

El economista de raíces judías, de padre farmacéutico y madre docente, había estudiado al detalle los ciclos económicos y la Gran Depresión de 1929 durante su doctorado en el MIT.

La Doctrina Bernanke: los pasos previos a la presidencia de la Fed

Antes de su entrada en el Sistema de la Reserva Federal, Bernanke fue profesor titular en la prestigiosa Universidad de Princeton, conde presidió el Departamento de Economía de 1996 a 2002, cuando inició su andadura por la Fed.

Su primer cargo fue en la Junta de Gobernadores, un órgano interno de la institución encargado de supervisar la actuación de los bancos de la Reserva Federal y tomar decisiones relacionadas con la implementación de la política monetaria. 

Bernanke entró a este consejo en el año 2002, cuando la palabra deflación comenzaba a resonar en la opinión financiera estadounidense. En una de sus primeras apariciones públicas, Bernanke habló sobre este fenómeno.

Helicóptero Ben afirmaba en ese momento que la Fed tenía instrumentos ante cualquier fenómeno deflacionario que pudiera ocurrir en Estados Unidos, cuya aplicación resultaría en una deflación «leve y breve». En este sentido, Bernanke propuso una serie de medidas para hacer frente a un episodio deflacionario, conocidas como la Doctrina Bernanke.

La Doctrina Bernanke contemplaba, entre otras acciones, incrementar el suministro de dinero, asegurar la liquidez del sistema financiero, disminuir los tipos de interés a cero o comprar industrias con el dinero recién creado. Las medidas descritas en esta doctrina serían más adelante las protagonistas de la política monetaria implementada por la Reserva Federal para gestionar la crisis financiera de 2008.

Tras su paso por la Junta de Gobernadores de la Fed, Bernanke formó parte del Consejo de Asesores Económicos del Presidente George Bush. En poco tiempo, Bush lo nominó a la presidencia de la Fed. En febrero de 2006, Bernanke inició su primer periodo como Presidente de la Reserva Federal.

Su segundo periodo en la FED bajo la Administración Obama

El Presidente Barack Obama nominó en agosto de 2009 a Bernanke para llevar a cabo un segundo mandato en la Fed, cargo que asumió a partir de 2010. Obama dijo que los conocimientos previos, temperamento, coraje y creatividad de Bernanke ayudaron a prevenir otra Gran Depresión en 2008.

Obama nominó a Ben Bernanke para continuar como Presidente de la Reserva Federal
Obama nominó a Ben Bernanke para continuar como Presidente de la Reserva Federal (CNBC)

Durante la nominación de Janet Yellen como sucesora de Bernanke, Obama no ocultó su admiración por él: «Bernanke es el epítome de la calma. Y frente a la volatilidad de los mercados mundiales, él ha sido una voz de sabiduría y mano firme«. Tras ello, Yellen se convirtió en la primera mujer en presidir la Fed

Bernanke reveló más tarde, en su libro El Coraje de Actuar, que la economía mundial estuvo cerca de colapsar en 2007 y 2008. Según el economista, la catástrofe se evitó gracias al esfuerzo conjunto de gobiernos extranjeros y las propias agencias del gobierno estadounidense. Además, considera que muchos más banqueros debieron ser condenados por las prácticas tóxicas que condujeron a una crisis económica con repercusiones en la actualidad.

Bernanke demostró ser un hombre necesario para el periodo histórico en el que desempeñó su labor pública. Su nombre pasará a la historia como una pieza clave en la gestión de una crisis cuyas consecuencias se propagaron por todo el mundo. Sus decisiones le permitieron sostener el sistema bancario, cuyo colapso habría conducido, probablemente, a una depresión económica de consecuencias incalculables.

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