Con el rendimiento de los bonos del Tesoro estadounidense en mínimos históricos, muchos inversores han puesto su atención en empresas que reparten dividendos trimestrales.
Existen estrategias que se centran en invertir en aquellas acciones con mayores dividendos. Sea o no sea ese su estilo de inversión, quizá sí que debería considerar tener al menos una parte de su cartera en empresas con dividendos estables y crecientes. Por las razones que veremos a continuación.
Casi la mitad (48.8%) de las empresas del S&P 500 ofrecieron un dividendo de al menos el 1.90% en 2019, según datos de Ned Davis Research y S&P Dow Indices. Por su parte, el rendimiento del bono a 10 años estadounidense cerraba el año en torno al 1.92%. Y desde entonces este rendimiento se ha desplomado.
La principal diferencia entre la rentabilidad de los bonos del Tesoro y los dividendos de las empresas es que la primera está garantizada por el Departamento del Tesoro de los Estados Unidos, mientras que la segunda puede ser recortada o eliminada si así lo decide la compañía.
Rentabilidad de empresas que reparten dividendos
Invertir en empresas que reparten dividendos puede ser interesante para aquellas personas que quieren tener una fuente de ingresos recurrente y, especialmente, para aquellas que se acercan a su edad de jubilación.
Sin embargo, los ingresos por dividendos no son lo único positivo de invertir en estas acciones. Aquellas compañías que continúan repartiendo e incluso incrementando sus dividendos durante años mandan una señal positiva a los inversores sobre la buena salud del negocio. Y eso se refleja en el precio de la acción.

Como se puede observar en la gráfica superior, aquellas empresas que reparten dividendos obtuvieron ganancias superiores al resto durante las últimas cuatro décadas. Y entre ellas, las mejores fueron aquellas que incrementaron o iniciaron sus dividendos.
Como hemos comentado anteriormente, un recorte o suspensión del reparto de dividendos habitualmente advierte de problemas financieros en la empresa. A estos problemas se suma la desconfianza de los inversores y, por tanto, la caída del precio de sus acciones.
Predecir qué compañías van a recortar dividendos es complicado. Por lo tanto, diversificar a la hora de invertir en empresas que pagan dividendos es importante. Para el inversor no experto, una opción a considerar son los fondos (mutuos o ETFs) que se centran en compañías con dividendos estables.