Estados Unidos ya es un exportador neto de petróleo

Estados Unidos petróleo
Estados Unidos petróleo

Entre el boom del fracking y la lucha del Presidente Trump por la independencia energética, Estados Unidos finalizó su primer mes como exportador neto de petróleo. Es la primera vez que esto ocurre desde 1949, cuando comenzaron los registros.

En septiembre de 2019, el país exportó al día 89,000 barriles más de los que importó, según datos de la Energy Information Administration (EIA).

Estados Unidos ya es un exportador neto de petróleo
Financial Times

Varios factores han contribuido a este hito. Por un lado, el crecimiento de la producción mediante fracking. Dos tercios de los barriles que produce el país ya provienen de esta técnica de fracturación hidráulica.

Por otro, la decisión del Congreso en 2015 de eliminar la prohibición de exportar petróleo que existía desde 1977 (vean la gráfica superior).

El consumo estadounidense de ciertos tipos de combustible se ha ido reduciendo paulatinamente, en parte debido a la mayor eficiencia de los vehículos. Sin embargo, gran parte del crudo que importa Estados Unidos no es para consumo propio. Muchas refinerías estadounidenses están diseñadas para procesar crudo pesado extranjero. Una vez refinado, parte de él se exporta a otros países.

El título de exportador neto de petróleo podría no durar demasiado

El rápido crecimiento del fracking en Texas y Nuevo México ha sido el primer causante del incremento de la producción estadounidense de crudo y productos derivados del petróleo.

Sin embargo, algunos expertos en Texas aseguran que el próximo año la región podría sufrir una caída significativa en la producción. Además, varios de los candidatos Demócratas a las elecciones de 2020 planean una prohibición del fracking.

Otros analistas, sin embargo, son mucho más optimistas. Sindre Knutsson, vicepresidente de Rystad Energy, asegura que «de aquí en adelante, Estados Unidos será independiente energéticamente todos los meses. Y para 2030, la producción de energía superará a la demanda doméstica en un 30%».

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