Estrategias básicas para gestionar el riesgo en inversión

Estrategias de gestión del riesgo

Cada vez son más las personas que se adentran en el mundo de la inversión. La tendencia es debida, principalmente, a la mayor facilidad de acceso a los mercados financieros y la caída de los costes de operar acciones. Lamentablemente, la mayoría de estos inversores individuales comienzan a operar sin antes conocer unas nociones básicas sobre gestión del riesgo. A continuación te ofrecemos una serie de estrategias sencillas para gestionar el riesgo de tu cartera de inversión.

Estrategias básicas para gestionar el riesgo en bolsa

Estrategias para gestionar el riesgo de tu cartera de inversión

Además de la reducción de las comisiones de trading, las últimas innovaciones de los brokers han conseguido que la facilidad y atracción pública por la inversión crezcan de manera significativa. Entre estas nuevas características se encuentran la eliminación total de comisiones en la compra-venta de activos o la posibilidad de adquirir acciones fraccionadas.

Todos estos avances son maravillosos para el mundo financiero. Pero no solucionan un aspecto fundamental de la inversión: la habilidad para gestionar el riesgo de manera adecuada.

Seas un inversor novato, un banquero con experiencia, tengas mucho dinero o sólo inviertas pequeñas cantidades, gestionar el riesgo es la clave para tu éxito en bolsa. Aquí tienes cuatro principios de la gestión del riesgo que te deberían acompañar durante toda tu carrera inversora.

Ajusta el riesgo de inversión según tus objetivos

Para crear un buen plan financiero primero debes identificar cuál es tu objetivo. Retirarte a cierta edad, ahorrar el dinero necesario para pagar la entrada a una vivienda, un viaje alrededor del mundo dentro de unos años…

Sólo cuando seas consciente de tus objetivos y del riesgo que estás dispuesto a asumir para conseguirlos puedes comenzar a crear tu plan de inversión.

  • ¿Puedes permitirte perder una parte importante del capital que tienes invertido?
  • ¿Cómo reaccionarías si tuvieses que vender toda tu cartera para asumir un gasto inesperado?
  • ¿Dormirías tranquilo durante una caída del 20% del mercado?

Es necesario hacerte estas y muchas otras preguntas antes de invertir. Si estás ahorrando para algo que vas a necesitar en un breve periodo de tiempo, como la entrada de una vivienda, quizá deberías depositar tu dinero en una cuenta de ahorros. Si, por el contrario, estás ahorrando un dinero que esperas gastar en dos o tres décadas cuando te jubiles, probablemente te interesa invertir en acciones. La inversión en acciones en renta variable es más arriesgada que una cuenta de ahorros aunque, históricamente, su rentabilidad a largo plazo es mucho mayor. Y la posibilidad de recuperarse de una caída también.

La tranquilidad de tener una cartera de inversión diversificada

Diversificación significa distribuir tus inversiones de manera que el riesgo también se reparte. La diversificación puede ser entre distintos activos, diferentes sectores industriales o a lo largo de diferentes países y regiones.

Cada activo tiene una función distinta en una cartera de inversión. Las acciones tienen un potencial de crecimiento alto y pueden representar la mayor parte de tu cartera si eres joven. El interés compuesto acumulado durante las próximas décadas puede significar tener una jubilación dorada. Además, dentro de la renta variable podemos tener exposición a distintos tipos de acciones. Algunas con un mayor potencial, aunque mayor riesgo y volatilidad, como las empresas tecnológicas o del sector biotech. Otras, con un crecimiento más lento pero seguro, con un valor intrínseco alto y que reparten dividendos crecientes.

Por otro lado, los bonos pueden ayudarnos a preservar nuestro patrimonio. Habitualmente, el porcentaje que ocupa la renta fija en una cartera de inversión aumenta conforme se acerca la edad de jubilación.

En cualquier caso, tener una cartera diversificada nos ayuda a dormir mejor. En caso de que algún sector industrial o algún activo sufra una mala época, el resto de nuestras inversiones pueden seguir manteniendo nuestro capital.

Rebalancear la cartera de inversión

Tras un largo periodo alcista de ciertos sectores o activos, el porcentaje de tu cartera que tienes invertido en ellos puede ser mucho mayor de lo esperado. Esta sobreexposición puede suponer un riesgo para el cómputo global de tu capital.

Conseguir una cartera de inversión destinada al largo plazo no es simplemente cuestión de establecer ciertas posiciones acordes a tus objetivos y olvidarse de ella. Ciertas partes del mercado suben, otras bajan. Estos cambios pueden suponer que dentro de un tiempo el perfil de riesgo de tu cartera sea mucho más agresivo del deseado.

De ahí la importancia de rebalancear tu cartera de inversión. La manera más fácil de hacerlo es vender, de manera regular, posiciones que tengan demasiado peso y comprar aquellas que han quedado reducidas. De esta manera puedes ajustar el riesgo y volver a la exposición deseada.

Inviertas en diferentes activos o únicamente en unas pocas acciones, dejar que una posición ocupe un alto porcentaje de tu cartera significa exponerse a un alto riesgo. ¿Qué ocurriría si esa empresa cayese de manera significativa en pocos días debido a un evento inesperado? Si eso es un pensamiento que te produce preocupación, piensa en rebalancear tu cartera.

Controla o elimina el apalancamiento

Apalancarse, u operar con margen, es una estrategia que utiliza dinero prestado con el objetivdo de incrementar la rentabilidad potencial. ¿Su desventaja? También pueden incrementar el riesgo de tu cartera de manera desproporcionada. Muchas de las historias más tristes de muchos inversores son debidas a utilizar demasiado apalancamiento.

Entender y controlar correctamente los márgenes de apalancamiento, la máxima pérdida que puedes sufrir y cómo evolucionaría tu cartera dependiendo de cómo lo hagan tu posiciones apalancadas es vital.

Quizá ni siquiera deberíamos hablar sobre apalanamiento dentro de las estrategias para gestionar el riesgo de un inversor principante. Aunque, ya que cada vez es más accesible este tipo de operaciones en cualquier bróker, hemos preferido incluir una breve mención. En cualquier caso, si no entiendes exactamente cómo operar con margen, lo mejor es no hacerlo.

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