Sin lugar a dudas, el petróleo ha sido el foco de atención en Wall Street esta semana. El 20 de abril de 2020 pasará a la historia como el día en el que el precio del crudo estadounidense cayó por debajo de cero por primera vez en la historia.
Y siguió cayendo, hasta tocar los -$40 por barril.
El precio negativo del West Texas Intermediate, el crudo de referencia en Estados Unidos, duró unas pocas horas y fue simplemente causado por un pequeño descuadre debido a la forma que tienen de operar los futuros.
Sin embargo, el desplome generalizado del petróleo es reflejo de la inestabilidad que vive el mercado del oro negro.
Exceso de producción y saturación
La pandemia ha causado una caída drástica del consumo de petróleo. La Agencia Internacional de la Energía estima que la demanda global caerá en 9.3 millones de barriles al día en 2020, «borrando casi una década de crecimiento».
Por otro lado, la guerra de precios que comenzaron Rusia y Arabia Saudí provocó un aumento de la producción. Y aunque la semana pasada, la OPEP, Rusia y otros países productores llegaron a un acuerdo para aplicar recortes, éstos no parecen ser suficientes.
Hay un exceso de petróleo a nivel global. Y cada vez hay menos sitio donde almacenarlo.
Según Arabia Saudí, más del 10% de los barcos superpetroleros del mundo están siendo utilizados para almacenar crudo en alta mar. Pero el almacenaje es cada vez más caro. Hace un año, podías guardar 2 millones de barriles en uno de esos petroleros por $29,000 al día. Hoy te costaría $100,000 diarios.
Muchos de estos petroleros están detenidos en alta mar desde hace días, sin puerto en el que atracar. Más de 30 de ellos, con un total de 20 millones de barriles, se encuentran frente a la costa de California, esperando recibir alguna oferta.
Ante esta abundancia de petróleo, en algunas zonas de Texas los compradores ya están ofreciendo menos de $2 por barril.
Y podría ser que, pronto, muchos productores paguen para venderlos. Para algunos de ellos, esta solución podría ser más beneficiosa a largo plazo que el cortar la producción o buscar sitio donde almacenar su producto.
El mercado sigue aguantando
Tras el caos provocado por el desplome del petróleo durante el lunes y el martes, Wall Street comenzó su recuperación. El S&P 500 cerró la semana con una caída del 1.3%.
En general, una semana sin grandes sorpresas, a pesar de que ya estamos en plena temporada de presentación de resultados trimestrales.
Así se comportaron esta semana las acciones del S&P 500, cortesía de Finviz.
Nuevas inyecciones para superar el coronavirus
En el terreno económico, Estados Unidos registró 4.4 millones de peticiones por desempleo durante la semana pasada. La semana anterior fueron 5.3 millones.
Durante las últimas cinco semanas, 26.5 millones de personas han iniciado la solicitud de beneficios por desempleo. Como comparación, el número de empleos creados desde 2009 fueron 22.4 millones.
Para frenar la sangría de despidos, especialmente en las pequeñas empresas, el Congreso aprobó esta semana un nuevo paquete de estímulos de $484,000 millones. Es una extensión del Paycheck Protection Program para otorgar préstamos a pequeños negocios.
Donald Trump sigue evaluando medidas para reabrir cuanto antes la economía.
Mientras tanto, el país se acerca al millón de casos confirmados de COVID-19 y supera las 52,000 muertes por el virus.
Resultados para la próxima semana
Semana de resultados muy intensa, debido especialmente a las grandes empresas del sector tecnológico.
- Lunes: Keurig Dr Pepper, NXP Semiconductors
- Martes: Alphabet, Merck, Pfizer, Pepsico, Starbucks, UPS, 3M, AMD, Caterpillar, Centene, Dexcom, MSCI, Sirius, Ford, Akamai
- Miércoles: Microsoft, Facebook, Mastercard, AstraZeneca, Tesla, Qualcomm, Boeing, Vertex, GE, eBay, GlaxoSmithKline, CME, Boston Scientific, Yum!, Spotify
- Jueves: Apple, Amazon, Visa, Comcast, McDonald’s, Gilead, Altria, Twitter, Cigna, Kraft Heinz, Moody’s
- Viernes: ExxonMobil, Chevron, Abbvie, Colgate-Palmolive, Philips 66, CBOE
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